jueves, 6 de agosto de 2015

Día 18- Diezmo y espiritualidad

Día 18
Diezmo y espiritualidad

Muchas cosas en relación con el debate contemporáneo sobre el diezmo se concentran en cuestiones limitadas. ¿Debemos devolver el diezmo? ¿Dónde debemos devolverlo? ¿Por qué debemos hacerlo? En realidad, esa discusión ignora la verdadera cuestión: ¿Por qué Dios estableció el sistema de diezmos? ¿Tendría el diezmo otro propósito que fuese más allá de la finalidad de sustentar el ministerio de la iglesia? ¿Podemos comprender el diezmo de tal forma que nos ayude en nuestro caminar con Dios? La historia de Abram y Melquisedec (Gén. 14:20) es la primera referencia bíblica al diezmo. El segundo ejemplo aparece cuando Jacob asume el compromiso de devolver el diezmo en respuesta a las bendiciones de Dios (Gén. 28:22).

Ninguno de esos ejemplos es la respuesta a una nueva orden de Dios. Es simplemente la continuidad del estilo normal de culto practicado por ellos. Por medio de los diezmos, esos hombres reconocían la mano de Dios en el aspecto material de sus vidas. No estaban sustentando a la iglesia; no existía iglesia. Estaban simplemente adorando a Dios. Posteriormente, cuando Dios le dio a Israel instrucción directa sobre el diezmo, fue nuevamente recordado en el contexto de culto. Debían ofrecer sus diezmos y ofrendas en el Santuario, pues era el lugar de habitación del nombre de Dios (Deut. 12:5, 6, 11). Dios recibió el diezmo y lo usó para sustentar el ministerio del Santuario realizado por los sacerdotes y los levitas.


CONTENIDO COMPLETO PARA HOY

No hay comentarios:

Publicar un comentario