viernes, 24 de julio de 2015

Dia 5- Qué significa meditar en la Palabra - 1




Dia 5
Qué significa meditar en la Palabra - 1
Lee Juan 6:47-51

En la jornada de hoy, vamos a aprender el significado de la palabra meditación y cómo meditar en la palabra de Dios. La meditación es una de las más importantes herramientas para poder conocer a Dios, y debe estar aliada con otros métodos que facilitan el crecimiento espiritual del creyente, tales como: Oír, leer, estudiar, memorizar, escribir, cantar y hablar de la palabra de Dios.

 Pasemos ahora a estudiar profundamente el significado de meditar en la palabra de Dios. Cuando meditamos, recibimos la verdad en lo íntimo de nuestro ser. Así meditar es:…

Hablar con Dios y oír su voz, debe ser nuestra primera tarea durante las primeras horas de cada día.


Dios tiene un programa para cada día de mi vida. Al iniciar el día, necesito conocer por mí mismo cuál es la voluntad de Dios. La oración y el estudio de la Palabra son dos elementos inseparables y, cuando me levanto, el mayor deseo de mi alma debe ser ir ante la presencia de Dios. Cristo afirmó: “Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios” (Mat. 22:29). La falta de una relación diaria con Dios, durante las primeras horas del día, afecta nuestro discernimiento en todos los aspectos de la vida. Nada, en este mundo, debería recibir más atención que la palabra de Dios. En primer lugar, necesitamos escuchar la voz de Dios, porque ella es la más importante de todas las voces. “He aquí vienen días -dice Jehová el Señor-, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová” (Amós 8:11). Cuando abrimos la Biblia, estamos ante la palabra viva de la Trinidad y, como no podemos separar a Dios de su palabra, él también está presente mirándote y deseando profundamente que te dispongas a buscarlo.

Cada día debo proponerme honrar y glorificar a Dios con todo mi corazón. Si no hago esto, mi corazón no tomará en serio el programa de Dios para ese día.

 “Los creyentes que se vistan con toda la armadura de Dios y que dediquen algún tiempo diariamente a la meditación, la oración y el estudio de las Escrituras, se vincularán con el Cielo y ejercerán una influencia salvadora y transformadora sobre los que los rodean. Suyos serán los grandes pensamientos, las nobles aspiraciones, y las claras percepciones de la verdad y el deber para con Dios. Anhelarán la pureza, la luz, el amor, y todas las gracias de origen celestial” (Testimonios para la Iglesia, t. 5, p. 105).

Cómo guardar la Palabra en el corazón. Muchas cosas hoy serán guardadas en tu corazón, pero la primera debe ser el programa diario de Dios escrito en su Libro Sagrado -nuestro Manual Divino.

“Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12).

“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal. 119:11).

 “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los

santos profetas, y del mandamiento del Se- ñor y Salvador dado por vuestros apóstoles” (2 Ped. 3:1, 2). 

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